DIARIO DEL MONTE
- Myr Coh
- 29 jun
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 30 jun
Diario del Monte" es el nombre de las notas que escribo desde Casalinda, en Traslasierra. Comparto el ritmo del monte, arroyos, amaneceres; escenas que vivimos aquí con quienes vienen y van, prácticas para la salud natural, reflexiones, astrología e I Ching, recetas de la abuela, el pulso simple de la naturaleza. Espero que les acompañe! Gracias por leerlo! Myriam
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Diario del Monte: 29 de junio 2025
7:20 am.
Helada negra.
No se ve, pero está.
El monte me espera
Sabe que me llevará tiempo acoplarme a su ritmo invernal.
No tiene apuro.Yo tampoco.
Me estiro en la cama, hasta que el calor llega a la yema de los dedos. Lo voy juntando, me va a hacer falta para levantarme.
En la cocina, enciendo la hornalla.
Seis mujeres vinieron a pasar el fin de semana a Casalinda.Tres amigas. Una madre con sus dos hijas, de 25 y 35 años. Aún duermen en los lofts.
No hay agua: se congelaron los caños.Por suerte, dejé la pava llena anoche.
Mientras armo el mate —burrito del jardín, marcela del bosque, canela y anís de mis ancestros—, el fuego va naciendo. No prendo la luz. Me muevo a oscuras. Espero el día, como la sierra.
La salamandra aún guarda brasas, con los troncos de quebracho que puse anoche. Abro el tiraje, tiro unas ramas de espinillo que junté en el bosque.
El fuego crepita, rompiendo el silencio de la madrugada. Espero en cuclillas el calor.
El primer mate es sagrado. El mejor momento del día. Me voy despertando al ritmo de la mañana.
Abro las cortinas. Ya clarea detrás de las sierras.
El filo está blanco.
¿Nevó?
Nevó!
Alegría de invierno.
Quisiera quedarme quieta, acovachada para siempre.
Pero sé que pronto vendrá la primavera, y me expandiré con ella.
Como el monte, que ya muestra sus brotes.
Entre mate y mate, respiro como la garza.
Echo la cabeza hacia atrás, arqueando la columna.
Se estira el cuello.
Bajo, dejando que el aire salga por el pico.
Subo, dejando que el aire entre por la nariz.
Se hace solo.
Mi pulmón ama este frío serrano. En Buenos Aires, la humedad me entra y él pulmòn padece. Acá se despierta y hace honor al nombre que los taoístas le pusieron: “El maestro de la energía.”
La vida mía: sola en medio del campo. Como la vidala. Pero no sola.
Me acompañan pájaros, zorros, sacha cabras, aguiluchos, cóndores a lo lejos.Paulina y Príncipe, sentados a mis pies.Las mujeres que vienen unos días.El humo de las salamandras.Y allá, en la ciudad, Daniel también me acompaña.
Preparo el desayuno con pan casero que hicimos juntas ayer, dulce de ciruela que me trajo Normita, té de burrito, café para las fans, queso de cabra, frutas, granola.
La luz va creciendo sobre la mesa, con el mantel de aguayo.
Después del desayuno haremos una práctica de chi kung afuera,con el sol ya calentando la tierra.
Este invierno echo raíces en mis sierras queridas.Casalinda, refugio para quienes buscan descanso y horizonte. Mujeres que llegan solas, en ronda, de a dos. A compartir pan, silencio, bosque y movimiento.
Myriam
Gracias!
Nos vemos la próxima!
Espero tus comentarios!

bellisimo Myriam. Mientras te leía, me sentí ahi con vos, disfrutando el comienzo de la mañana, el calor del fuego, los primeros mates del dia
Gracias